martes, 3 de enero de 2017

Blancanieves



En un país muy lejano vivía una princesa muy lista llamada Blancanieves con su padrastro el rey. Este era demasiado presumido y se pasaba todo el día mirándose en el espejo.

El rey  siempre le decía a Blancanieves que la  gente fea era peor que los guapos. Entonces un día Blancanieves cansada de oir eso se enfadó y decidió marcharse del castillo. Se fue al bosque donde vivían sus 7 amigos: Sabia, Gruñón, Mocosa, Tímida, Mudito,  Dormilón y Feliz. La princesa les contó lo que le había pasado con el rey y les pidió el favor de poder quedarse allí con ellos. 

Los 7 hermanos después de hablarlo un rato, llegaron a un acuerdo: 

-Está bien, puedes quedarte con nosotros, pero… deberás ayudarnos en casa y venir a trabajar al hospital de animales - dijo Sabio.

-¡Qué bien! Ahora somos uno más. Repartir el trabajo nos va a costar mucho menos - dijo Feliz.

-Feliz, primero deberá responder a lo que le hemos propuesto- comento Gruñón.
Blancanieves, con una sonrisa en la cara respondió:

-¡Claro que quiero! Me parece un trato estupendo. Además a mi me encanta ayudar a los demás, creo que voy a poder aportar mucho en vuestro hospital.

Todos celebraron una fiesta de bienvenida y lo pasaron  genial, escucharon música, bailaron mucho, comieron cosas muy ricas y se fueron a dormir porque mañana sería un día duro.

A la mañana siguiente,  todos se levantaron, prepararon el desayuno  y se marcharon al trabajo. Ese día acudieron al hospital muchísimos animales heridos.

Los amigos de Blancanieves estaban muy contentos al tener su ayuda en casa y en el hospital del  bosque. Ella también se sentía muy a gusto con los 7 hermanos por lo que decidió quedarse con ellos para siempre y  vivieron todos juntos felices y ayudaron a muchísimos animales.


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